XIII. No es Posible ser Judío y Alemán a la vez

05/08/2009 4.373 Palabras

Introducción LA gran depresión económica de 1929 afectó profundamente a la estabilidad alemana, precariamente conseguida tras la guerra del 14 por la llamada República de Weimar. Hindenburg, autoritario y de tendencias monárquicas, difícilmente podía defender la democracia. El capital, por un lado, y, por otro las clases medias y el numeroso lumpen que se había producido por el grave paro obrero que causó la crisis, vieron una esperanza en el partido nacional-socialista, cuya ideología era nacionalista, racista, anticomunista y supuestamente anticapitalista, y que prometía un gobierno fuerte capaz de devolver a Alemania el esplendor perdido en la guerra del 14, y de conseguir la revisión del que consideraba «humillante» Tratado de Versalles, con el que se concluyó aquélla. La importancia numérica inicial del partido de Hitler era reducida; pero gracias a sus campañas publicitarias de masas, la represión en las calles realizadas por las S. A. (Secciones de Asalto) y la coyuntura económica y política, el número creció considerablemente.

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info