Aita Tettauen: 07

22/10/2009 2.000 Palabras

Aita Tettauen de Benito Pérez Galdós Primera parte - Capítulo VII Pero al bajar vio que subían el ataúd, y como era tan angosta la escalera, hubo de volver hacia arriba y meterse en la casa, única manera de dar paso al fúnebre cajón. En aquel instante, gran estrépito militar venía de la calle, por la cual marchaba un batallón con música, y bullicio y vítores de la gente. Favorecido de aquel estruendo, pudo Santiuste escabullirse hacia el interior de la casa mortuoria, y volvió a meterse en el comedor, después de cerciorarse por Nicasia de que los chicos continuaban solos en aquella pieza. Fascinado Vicentito por la bullanga marcial que atronaba la calle, creyó que su amigo Juan volvía para echar con él otro parrafito de cosas de la guerra. «¿Qué tropa es esa, Juan?». -Cazadores de Ciudad-Rodrigo, que van a la estación. -Ciudad-Rodrigo, número 9... ¡Y no puedo asomarme! -No, hijo mío; no te muevas de aquí. Verás a los cazadores de Ciudad-Rodrigo...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info